Levántate de la cama. El asfalto quiere sentir el peso de tu cuerpo sobre él.
Tíñete el pelo de azul, córtate la barba al 0 y vuelve a dejarte el flequillo. Sé rubia, que sé que lo estás deseando.
Respira, respira una y otra vez su colonia, el olor a pan recién hecho cuando vuelves de fiesta, y el café del vecino que se ha vuelto a dejar la ventana abierta pensando en cuánto odia madrugar.
Chíllale al mundo entero cuanto te gusta escuchar su voz de madrugada, cuanto odias a la gente impuntual y las ganas que tienes de volar de aquí.
Remolonea en la cama, levántate de un salto que tus amigos te están esperando para dar comienzo al viaje de vuestras vidas.
Date un capricho y cuélate a ver otra peli, échale morro y pídele su número de teléfono.
Equivócate 100 veces, y aprende otras 107 lecciones con lágrimas incluidas y sin hombro sobre el que llorar.
Enamórate de la pieza del puzzle que decías que jamás encajaría contigo, recórrete muchos kilómetros sólo por cogerle de la mano. Di que lo romántico no va contigo, que para recordarte que dices mentiras ya están tus amigos.
Cámbiate de carrera, de ciudad, de trabajo. Aprende a mimetizarte con lo nuevo y paga peaje para salir de la rutina.
Vive contra todo pronóstico.
Retales Impares 